jueves, 26 de septiembre de 2013

No quiero dejar entrar en mi lecho a esos hombres modernos.
No quiero ser una mujer moderna.
Esos hombres que me esperan perfectamente civilizada.
siempre suave siempre libre
perfecta de esa perfección moderna y decorativa.
Vuelvo al bosque.
Soy la bruja. 
Soy la bruja calcinada a los pies de la cama. 

Mi corazón está roto
No como se rompen los corazones de las princesas
de Disney: sangra.
Mi corazón se humedece: gotea.
Humea.
Estoy hambrienta.
Como mi propio corazón herido.
Soy mía.
Diosa.
Diosa sucia.
Yo soy una Diosa que suplica por amor.

Aún en la ciudad
me enredo entre mis ramas
ando llena de abrojos.


Buenos Aires Mayo 2013

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